Tanto las empresas como las instituciones educativas, son susceptibles de ser afectadas tanto por factores internos como por factores externos, la topología del terreno, la distribución de población, las condiciones climáticas, el acceso a las vías de comunicación, los movimientos financieros a nivel nacional e internacional, las fluctuaciones en las principales monedas, los mercados cambiantes, las estrategias y características del mercado, los productos, la competencia, los factores sociales, las políticas propias del lugar, la legislación vigente, la participación de la tecnología, entre otras.
Cuando
hablamos de empresa, hablamos de clientes que compran un producto, de
proveedores que nos suministran insumos para fabricar ese producto, de
ganancias, de cadena de valor.
En el caso
de las instituciones educativas, el producto a entregar es el conocimiento y
habilidades percibidas y desarrolladas por cada estudiante, siendo evidentes en
un futuro mercado laboral, una vez culmine el período académico que da lugar a estos
graduandos.
El cliente siendo entendido como
el estudiante, el proveedor el estado y sus instituciones anexas en términos de
gestión de recursos, la competencia entendiéndose como la oferta de graduandos,
con un determinado grado de desarrollo cognitivo por parte de otras
instituciones educativas, los grupos de presión situados en la comunidad y el
mercado como aquel lugar donde confluyen empresas y ofertantes de calidad
académica en busca de una oportunidad laboral.
En
ambos casos, tanto para las instituciones educativas como para las empresas u
organizaciones comerciales, se habla de recursos financieros, administración
interna, jerarquías administrativas, jerarquías operativas, logística y
administración de recursos humanos.
Las
empresas van tras un margen de ganancia representado en dinero, las
instituciones educativas buscan reconocimiento a nivel local, departamental y
nacional, reconocimiento de su labor administrativa y docente, en la gestión de
conocimiento y habilidades impartidas con éxito a un grupo de estudiantes,
objetivo puntual de la misión, visión y valores del colegio.
La
empresa orienta su crecimiento para no ser absorbida ni desaparecer en medio de
los crudos y fríos movimientos financieros de compra y venta de activos y
bienes, en el sector bursátil. En el
sector educativo, se propende a la excelencia académica, a la formación de
ciudadanos competentes y participativos, formadores de país y cultura
ciudadana.
Para
ambos casos, es aplicable y totalmente eficiente en cuestiones de análisis, el
uso de la Matriz DOFA, para efectos de generación de estrategias que conlleven
a procesos de mejoramiento continuo.
De igual manera, los dos requieren de pensamiento
estratégico, planeación estratégica, gerencia oportuna y realimentación
permanente y consciente, en medio de un estructurado marco de procesos
sistémicos ordenados y orientados a la consecución de metas y objetivos.